viernes, 14 de agosto de 2009



Al entrar por Villazon, Bolivia, cuando pasamos el puesto fronterizo uno se encuentra con este cartel "respetado" rigurosamente por sus habitantes, si seguimos unas cuadras por su calle principal, frente al teatro Libertador Bolivar, en su plaza central estos carros de helados Cone, sí, el sobrino de Condorito, chileno de nacimiento; nos refrescan la tarde.


Suelo boliviano,
ojos argentinos,
teatro con sello venezolano.
Mientras saboreamos un heladito con toque chileno.



Al entrar por Villazon

la hermandad latinoamericana
toma formas inesperadas.




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